Este 10 de mayo fue un día especial en la Catedral de Tampico, en una mesa en honor a las mamás que fue encabezada por el Obispo, José Armando Álvarez Cano.
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Con una nutrida participación de los fieles, en su mayoría mamás, se realizó esta misa en la cual el Obispo puso como ejemplo a las mamás que luchan todos los días.
Las que tienen que migrar para buscar un lugar para que sus hijos puedan tener una mejor calidad de vida, así como aquellas que están buscando a sus hijos desaparecidos, a ellas va dedicada la oración.
A las mamás que están enfermas y para las que no están ya en este mundo, fue el mensaje del líder de la Diócesis de Tampico.
Al final, el Obispo les dio la bendición a las mamás en su día, mientras las señoras lo observaban con alegría y emoción, al punto de las lágrimas.
Ninguna de las mamás, a quienes antes les rociaron agua bendita, se fue de Catedral sin tomarse una foto con el Obispo, además de aprovechar para estrechar su mano.
VLSS
